Resulta que no era tan mal tipo…

A principios del verano, cuando me mude al nuevo cuarto de la residencia, introduje brevemente a mis compañeros de departamento, entre ellos había un chino que habíamos apodado ‘El chino de la bomba’. Con el tiempo el apodo fue cambiando y de ‘El chino de la bomba’ paso a ‘El chino loco’ y después terminó siendo ‘El chino asqueroso que nunca se baña y apesta’. Resulta que el flaco no se duchaba casi nunca, con un poco de suerte lo hacía una vez cada dos semanas cuando veía que la ropa había cobrado vida y se lo quería comer. Tenía un wok, una de esas maquinitas para calentar arroz, como se ve que tiene Kirai y siempre comía arroz hervido con jamon cocido. Todos los días. A veces le ponía un huevo o hervía un cacho de pollo pero hasta ahí llegaba su variedad comestil. Antés de que uno de mis allegados salte y diga que yo como pasta todos los días diré que eso es un caso distinto, yo voy variando salsas :P. Nunca salía de su cuarto ni abría las ventanas, con lo cual cada vez que salía a cocinar su amplía variedad de comida o a destapar las tuberías (<-- hay que tener en cuenta a las damas) el pasillo se veía invadido por una niebla impenetrable que disolvía la piel de aquel osado que intentase internarse en ella. Bueno está bien, no había niebla, pero sí un olor a huevos bastante desagradable que es casi lo mismo. Al principio sospechabamos que no lavaba la ropa porque nunca lo veiamos salir con la bolsa/caja/contenedor pero nos enteramos casi a finales de Noviembre que no lo hacía porque tenía poco dinero y lavaba todo en su lavatorio, cosa que uno puede comprender, el lavado de ropa no es precisamente barato a pesar de que tenemos precio descontado en la residencia. Sin embargo, lo que no entiendo es que no se duchase más a menudo, que sólo saliese de la residencia para ir a la universidad o el supermercado y que no intentase ser más abierto en general. Nos dijo que no tenía dinero para lavar la ropa ya que su familia no le alcanzaba el dinero para tanto, sin embargo su familia había hecho un sacrificio para mandarlo hasta ahí para que él pudiese sacarse su ‘Business Masterts’ y el se pasaba todo el día encerrado en su habitación mirando television.

En algún momento de Noviembre me llamó un día, se le había jodido la instalación de Windows y su CD-ROM no leía bien el cd de instalación. Al final termine haciendo de tripas corazon y me pasé una hora viendo que pasaba. Terminé instaladole una lectora de cds que tenía esperando que cuando terminase me llamase para devolvermela. Tal cosa nunca pasó, yo no necesitaba la lectora y no tenía ganas de ir a pedirsela no fuese que él era el maestro algun arte marcial legendario (tonta pre-concepción que tenemos de los orientales: que todos están entrenados desde chiquitos y nos podría romper el cuello en menos de lo dura un parpaedo). Supuse que había asumido que se la había prestado hasta que él se fuese, ya que la suya funcionaba a medias, y que me la devolvería antes de irse. Estaba en lo cierto, pero sólo parcialmente, cuando volví de Chile me enteré que se había ido el 27 de Diciembre y debajo de mi puerta encontré una nota que decía que me había dejado su computadora y que hablase con recepción para arreglar que me la diesen. Así que me devolvió la lectora de cdrom, pero con yapa :D. Y hoy me hicieron entrega de el regalito de navidad que me dejó, resulta que no era tan mal tipo. La había comprado cuando llegó de segunda mano y me imagino que le saldría carísimo llevarsela de vuelta así que nos hizo un favor a los dos. Nada del otro mundo, Pentium III, 64MB de RAM, un disco duro chiquito y un monitor de 15”. De todas maneras, la añadiré a la colección de computadoras que tengo acá en desuso esperando mudarme fuera de la residencia para que cumplan de servidores.

Ahora sólo falta que alguien me regale o me encuentre una Athlon 64 con una buena tarjeta de video :P